martes, 1 de abril de 2014

¿Debo cambiar los enchufes de mi oficina?

Hoy en día, el mundo gira alrededor de los detalles y la diferenciación. Anticiparse a la competencia en todos los aspectos puede acabar resultando un factor determinante. Así pues, ¿está tu empresa preparada para impactar en tus visitas comerciales?
Podría parecernos una cosa menor, un detalle ínfimo, pero el efecto visual de tu empresa quedará marcado en el subconsciente de tus clientes potenciales o futuros colaboradores. Si bien es cierto que el gran peso de tu estrategia debe cimentarse en una oferta atractiva o unos servicios paralelos impecables, la imagen jugará un papel decisorio más en la mente de la persona que nos visite.
Imaginemos que nuestra oferta satisface al futuro cliente, que el trato que ha recibido ha sido el adecuado, que hemos resultado eficientes a lo largo de todo el proceso de negociación del acuerdo… pero que en esta misma situación se encuentra nuestra competencia, una o varias empresas, eso no lo sabremos, pero debemos sostener la base de que todas ellas habrán querido captar a aquel cliente al igual que hacemos nosotros. ¿Qué marcará entonces la diferencia? Los detalles.
Una sala aislada de ruidos, un equipo de trabajo integrado, armonía en la decoración, corporativismo y elegancia en las diferentes estancias. En relación a ello, ¿tienes retos mensuales o juegos motivacionales en las paredes a los que puedan aspirar tus empleados? ¿Existe interacción entre ellos en el día a día? ¿Has pensado en cambiar los enchufes antiguos por otros acordes a tu empresa? ¿Tienes excesivos cuadros impersonales con eminencias con quienes sólo has coincidido para hacerte la fotografía?
Un representante de otra empresa buscará en la tuya un ambiente laboral adecuado, que fomente la creatividad y que a su vez transmita seriedad y confianza. Es un equilibrio complejo de alcanzar, pues en algunos aspectos dependerá en gran medida de la psicología de nuestro invitado, pero que podemos atraer hacia nuestros intereses si sabemos darle la importancia y relevancia que tiene.
Podría parecer una broma hablar de cambiar los enchufes de la oficina, pero pensemos por un momento de qué color son las sillas de la empresa o los detalles decorativos de las paredes o puertas.
Si las sillas van a juego con los colores de la empresa. ¿Por qué no íbamos a prestar igual atención a detalles como los enchufes o los interruptores de todas las salas?”
Empecemos a pensar en aspectos que podrían acabar siendo importantes a la hora de sumar enteros en nuestra candidatura o de transmitir aquellos valores que realmente se alinean con la empresa. Aquello que transmitamos, ya sea a nuestros posibles clientes futuros, comerciales o colaboradores será lo que realmente llegue a oídos del resto de empresas del sector o competidores. Recordemos que nuestros altavoces más potentes no son los nuestros, sino aquellos de las personas ajenas que hablan de nosotros. Procuremos que lo hagan bien.